Nuevos procedimientos para resolver los problemas del Trasvase Tajo-Segura

El profesor Franz de Copenhague, mediante una entrevista concedida a la agencia Universal News, presenta una nueva solución para los graves problemas que afectan al Trasvase Tajo-Segura. El profesor Franz es un afamado experto en ciencias de la tierra y está considerado como una de las primeras autoridades mundiales en resolución de los conflictos del agua. Ha llevado a cabo una propuesta ante la Asamblea de la ONU para conducir el agua desde el golfo de Akaba hasta el Mar Muerto, en la frontera entre Jordania e Israel. «Aprovechando el salto de 400 m existente desde la cota del Mar Rojo y la del Mar Muerto, puede producirse electricidad y agua desalada para regar el desierto del Neguev» afirma, y continúa diciendo: «con la tecnología israelí y la buena disposición de Jordania, puede desarrollarse la región y, lo que es más importante, asentarse una paz duradera». Su propuesta ha merecido grandes elogios por parte del Secretario General de las Naciones Unidas.

En relación con el Trasvase Tajo-Segura, el profesor Franz confiesa que comenzó a pensar en una posible solución a la penosa situación del Trasvase y de la costa del Sureste de España, ávida de agua para la agricultura y el turismo, al leer en una revista internacional la propuesta del geólogo Del Turrón, de la Confederación Hidrográfica del Segura, que exponía su idea de explotar los acuíferos profundos de Murcia con objeto de recargar los acuíferos superficiales que se encuentran agotados. El profesor Franz apoya esta idea manifestando; «Se trata de una gran idea; lo sorprendente es que no se le haya ocurrido antes a las autoridades españolas». 

En relación con el Trasvase Tajo-Segura, las ideas del profesor son sencillas: «Se trata ─afirma─ de aprovechar las grandes masas acuíferas existentes por encima de los pantanos de Entrepeñas y Buendía. Mientras que estos pantanos de superficie solo pueden almacenar 2 500 hectómetros cúbicos, los embalses subterráneos constituidos por las formaciones calizas del Cretácico y Jurásico, así como las arenas del Bunt ─precisa el profesor demostrando un gran conocimiento de la geología española─ almacenan una cantidad de agua muy superior, del orden de 10 000 a 40 000 hectómetros cúbicos». Continúa desarrollando su idea: «Con solo aprovechar unos 200 hectómetros cúbicos anuales se podrían doblar los volúmenes trasvasados al Sureste español durante un periodo de 50 a 200 años, creando una riqueza anual del orden de 5000 millones de euros y más de 400 000 puestos de trabajo». El profesor Franz afirma que tiene bien estudiado el tema, mostrando al entrevistador un voluminoso informe de la consultora CWyP que ha llevado a cabo los estudios económicos por encargo de la Universidad de Copenhague.

En la entrevista se le hacen algunos reparos sobre la viabilidad de su proyecto. El entrevistador pregunta: «Dígame, profesor, ¿cómo es posible que esto que usted propone no se le haya ocurrido antes a los expertos españoles?» A lo que el profesor, con una amplia sonrisa, responde: «Mire usted, los países mediterráneos están dedicados a peleas políticas y les queda poco tiempo para la ciencia. Por lo que tengo entendido, los ingenieros españoles solo saben hacer presas y grandes conducciones para llevar el agua de unos sitios a otros y no ven lo que tienen debajo de sus pies. Con mi idea no es necesario hacer nuevas obras, salvo unas decenas de pozos que podrían alimentarse, además, con energía eólica o solar. Baste que los pozos entreguen las aguas alumbradas a los cursos de agua, de aquí irán por su camino natural hasta los pantanos superficiales y, desde allí, seguirían el camino del Trasvase».

Termina la entrevista preguntando el entrevistador al profesor por el coste resultante para el metro cúbico puesto en el Sureste: «Los profundos y rigurosos estudios de la consultora KPQ ─responde el profesor─ concluyen en que no pasaría de los 7,5 céntimos de euro, con un ahorro del 25% sobre los precios actuales del agua que se trasvasa y sin comparación posible con los precios del agua obtenida mediante fábricas desalinizadoras».

El profesor Franz se despide diciendo que tiene en cartera nuevos proyectos para mejorar el aprovechamiento del Tajo-Segura mediante lluvia artificial, sembrando las nubes que discurran por encima de los pantanos con yoduro de plata inseminado por medio de drones, e inyectando las aguas de lluvia en los grandes almacenes subterráneos que forman los acuíferos. Pero para conocer estos nuevos proyectos habrá que esperar a la celebración del Congreso de Hangzhou (China), en el cual el profesor piensa presentar una ponencia sobre sus revolucionarios y prometedores métodos.
.

image_pdfimage_print
Valorar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.