Los regadíos del sureste, ¿pueden soportar el precio del agua desalinizada?
El Plan Hidrológico Nacional de 2001 (en adelante, PHN), en el punto 4.3.4.1 del tomo de Análisis Económicos, dedicado a la productividad de los cultivos, muestra unas gráficas en las que se relacionan los costes y los ingresos en función de la dotación en parcela. Llama la atención que en más de la mitad de estas gráficas el coste crece muy lentamente con la dotación (a modo de ejemplo, se reproducen las correspondientes al tomate industrial y de invernadero). Tomando el precio que se propone en el PHN para el agua trasvasada —50 pts/m³ o 0,30 €/m³— se tiene un coste de agua de 0,05 Mpts/ha (300 €/ha) por cada 1000 m³/ha/año de suministro, que apenas es apreciable en la escala de los ejes de ordenadas de los gráficos. O dicho de otra manera, en el PHN se considera que el coste del agua es una parte pequeña —diferente para cada tipo de cultivo— del total de los costes de producción del regadío.
Funciones de producción del tomate industrial y de invernadero, copiadas del punto 4.3.4.1 del tomo de Análisis Económicos del Plan Hidrológico Nacional de 2001
En el artículo “El agua en la agricultura del Sureste español: productividad, precio y demanda” (Revista Mediterráneo Económico, Vol. 2 ─Cajamar─; José Colino Sueiras y José Miguel Martínez Paz ─Universidad de Murcia─; 2002) se incide en esta línea, avanzándose en la estimación de la rentabilidad de los cultivos en el Sureste. Las conclusiones que extrae son:
«El agua —input básico de la horticultura intensiva del Sureste español— constituye un recurso natural que, como consecuencia de la sobreexplotación de los acuíferos, es cada vez más escaso en la zona. Cualquiera que sea la fuente de nuevas aportaciones de agua para regadío su precio registrará un sensible aumento, por lo que se ha estudiado el margen de maniobra existente en ese sistema productivo para afrontar dicho incremento. Diversos indicadores, como el precio del agua en el punto de cierre, permiten concluir que, en los invernaderos, las posibilidades de soportar un mayor coste son considerables puesto que la productividad aparente del factor analizado es muy alta en ese tipo de explotaciones. Además, se ha estimado la disposición a pagar más por el precio del agua y el resultado es que, con respecto a su nivel actual, el importe de la misma es muy elevado. Por último, se ha procedido a la determinación de una función de demanda que conduce a la misma conclusión: las tarifas vigentes para el acceso al agua para riego son muy inferiores al precio medio resultante de una asignación del recurso mediante mecanismos de mercado.»
Este artículo se publicó tras la aprobación del PHN, reafirmando la oportunidad del mismo aun a costa de tener agua a un precio mayor. Tras la modificación del PHN en 2004, en el que se desestimaba la construcción del trasvase del Ebro, la presión es la contraria, que el precio del agua desalinizada hace inviable las explotaciones.
En «El regadío en la Región de Murcia. Caracterización y análisis mediante indicadores de gestión» (Mariano Soto García, Victoriano Martínez Álvarez, y Bernardo Martín Górriz; 2014; patrocinado por Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo‑Segura, Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena, Universidad Politécnica de Cartagena y Unión Europea ─Septimo Proyecto Marco─) se puede apreciar la diferencia del valor de la producción por unidad de agua consumida entre un año seco y un año normal, que coincide sensiblemente con la diferencia del margen. También, basándose en los precios percibidos por el agricultor publicados por el MAGRAMA y las necesidades hídricas de cada cultivo, se obtienen las gráficas siguientes, que muestra la variación estacional e interanual de la producción aparente del agua, con repercusión directa en el margen del agricultor.
Como conclusión, el PIB de la agricultura de la Región de Murcia no está asociada a la cuantía de la tarifa del agua del Trasvase. Sí que afectan las fluctuaciones de mercado, tanto en el valor de la producción final como en el margen o beneficio del productor. El precio (tarifa) del agua del Trasvase, de 0,10 euros/metro cúbico, fuertemente subvencionado, está produciendo fuertes distorsiones en los mecanismos socioeconómicos de la región. Perturba la percepción social sobre los costes reales del suministro de recursos. Condiciona el uso de los recursos procedentes de otras fuentes –como la desalinización– por los bajos costes del agua trasvasada. Condena a la irregularidad y escasez al suministro de recursos procedentes de la cabecera del Tajo, como se pone de manifiesto una y otra vez desde la puesta en funcionamiento del Trasvase. En definitiva: las bajas tarifas del Trasvase son la parte más importante del problema del agua en el Sureste; de ninguna manera son parte de la solución.