Sobre el precio irrisorio de las lechugas y temores infundados
En el dibujo de Puebla publicado en el diario La Verdad del 17/2/2016, aparece un tractor laborando, con el agricultor que lo conduce llorando a lágrima viva. Observando la escena, dos paisanos mantienen la siguiente conversación:
- – Menudos lagrimones, debe de estar labrando cebollas
- – No hombre, es que se ve obligado a destruir sus lechugas por los precios irrisorios
Estas lechugas destruidas, ¿cuanta agua del trasvase tienen? Más allá de comentarios oportunistas, convendría una seria reflexión sobre el sentido de estar simultáneamente subvencionando el agua ─desalada, trasvase─ y retirando ─subvencionadamente─ productos por exceso de producción.
Por otra parte, tras el episodio de lluvias en la cabecera del Tajo del pasado fin de semana, la Junta de Castilla-La Mancha teme que el Gobierno Central autorice un nuevo trasvase. Entendemos que no hay nada que temer, sino que hay que tener la certeza de que se autorizará el máximo fijado en el RD 773/2014, salvo que antes haya una sentencia judicial. Estas lluvias suponen un alivio para la cúpula en funciones del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA), ya que permitirá trasvasar el máximo permitido los próximos meses. La mejora del estado del Tajo y el desarrollo de los municipios ribereños puede esperar, como siempre. Mientras, hay que seguir facilitando los ingresos del lobby de regantes.