«Murcia 5 [de junio de 1963]. El Jefe del Estado ha llegado poco después de las nueve y media de la noche al Pantano del Cenajo. … Después de cenar en privado, el Caudillo pasó a la casa-administración del embalse del Cenajo, donde escuchó las explicaciones del director general de Obras Hidráulicas sobre la cuenca del Segura, así como las disponibilidades hidráulicas de la misma y las posibilidades técnicamente posibles para el planteamiento de una ampliación de sus regadíos.—» (ABC 6/6/1963). Según el testimonio de un testigo de excepción, en esa reunión «Franco permitió, por primera vez, que se le expusieran las ideas básicas sobre el trasvase del Tajo al Segura … La exposición fue tan detallada, clara y brillante y los beneficios que proporcionaría tan considerables que Franco ordenó que se iniciaran de inmediato los trabajos y estudios precisos para que el trasvase Tajo-Segura se convirtiera en una realidad, como así ha sido. … Murcia y las vegas del Segura habían, por fin, conseguido el tan anhelado trasvase».
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