Hipérboles sobre el trasvase
Presume la «plataforma ciudadana por el trasvase Tajo-Segura» de pagar el agua trasvasada «a precio de agua de manantial embotellada con denominación de origen». ¿Cómo es esto posible? Si fuera cierto no harían falta ni trasvases ni desaladoras; bastaría que los regantes compraran el agua en los supermercados. Sin embargo, la tarifa del trasvase es 0,097318 €/m³ para riegos, que por litro queda 0,000097318 €/l. ¿Dónde se pueden comprar 100 litros de agua de manantial embotellada por 1 céntimo de euro?
Ésta es una de las características exageraciones que blasonan el discurso trasvasista. Sobre el precio del agua también indican que la «pagan a precio de oro», o que ese el agua de regadío «más cara de España». Sin llegar a considerar el precio pagado en las Islas Canarias, en las proximidades del trasvase se paga el agua para regadío más cara, por ejemplo los regadíos que se abastecen desde Valdelentisco (más de 0,50 €/m³).
Otras estridencias se arguyen al justificar «la rentabilidad» del trasvase, «pilar de la economía de la zona», como el peso del PIB, los puestos de trabajo generados, base de las exportaciones, etc. Incluso contratan a una «prestigiosa consultora» para que realice un informe glosando los beneficios del trasvase mediante una equívoca metodología que, entre otros aspectos, no considera las afecciones negativas del trasvase, realiza cuestionables agregaciones de diferentes sectores, o realiza una sensibilidad de la producción del agua trasvasada que contradice la propia evolución del PIB. Sin embargo, este estudio ha sido ampliamente difundido e interiorizado por los medios de comunicación afines, que periódicamente citan y publican sus conclusiones sin cuestionarlas.
También se dice que el trasvase abastece a 2,5 millones de habitantes, cuando además de tener recursos propios en la cuenca para su abastecimiento (véase la entrada El trasvase Tajo-Segura en el abastecimiento urbano según el Plan del Segura), el trasvase destinado para beber no es suficiente para atender esa población (véase la entrada El Trasvase Tajo-Segura y el abastecimiento de las poblaciones de Murcia y Alicante). O que sin el trasvase no habría turismo en el Sureste (¿cómo puede haber turismo en las Islas Canarias si no tienen trasvase?).
Si es para reforzar las bondades del trasvase o lo sufridos y maltratados que son sus beneficiarios, cualquier fantasía es admitida, con el añadido de que cala hondo en el sentimiento trasvasista. Son «verdades» asumidas, mantras, que no requieren justificación. Quien se plantee cuestionarlas será un «antitrasvasista». Así ha calado en la Administración.