«El principal problema del sector [agricultura de Murcia] sigue siendo la falta de recursos hídricos, cuya solución pasa, entre otras cuestiones ya reiteradas, por la clarificación y en su caso revisión del Memorándum del Trasvase» (Boletín de Coyuntura Económica nº 33. I trimestre de 2016, editado por CROEM ─Confederación Regional de Organizaciones Empresariales de Murcia─). Aunque este párrafo pueda dar lugar a equívocos, conviene aclarar que se trata de una publicación seria. Esta frase refleja aspectos interesantes sobre lo que es la gestión del agua en Murcia.
La falta de agua como el principal problema. Este enunciado es una simplificación del problema real: los requerimientos hídricos del regadío murciano son superiores a los recursos disponibles. Tiene dos soluciones posibles, que incluso pueden ser complementarias: adaptar las necesidades a las disponibilidades (gestión de la demanda) o bien incrementar las disponibilidades hasta cubrir las necesidades (gestión de la oferta). Sin embargo, con el enunciado planteado por CROEM se obvia directamente la primera posible solución, por lo que se plantea únicamente la necesidad de tener más agua.
Las «cuestiones ya reiteradas» suponemos que son más trasvases ineficaces (véase la entrada «Inviabilidad de grandes trasvases peninsulares»), desalación subvencionada y mayor sobreexplotaicón de las aguas subterráneas, todo enmarcado en un pacto y plan hidrológico nacional. Soluciones que van en la línea de mayor coste para el Estado y mayor afección ambiental, con una solidaridad entendida como dar beneficios al lobby trasvasista mientras que los perjuicios son asumidos por el Estado y las cuencas cedentes.
Finalmente está la guinda de la petición de revisión del Memorándum, presuntamente para sacar más agua del Tajo, pues el contexto no permite creer que sea para pedir perdón por la tropelía cometida. Además de ser un despreciable desprecio a la cuenca cedente ─otro más─, supone la constatación del fracaso del Memorándum, que a pesar de haber incrementado el daño al Tajo, ha sido ineficaz para calmar las ansias desmedidas de agua de los regantes del trasvase. Pero por más que se apriete, humillando a los ribereños del Tajo, no se va a sacar más agua de la que hay. Si la pretensión va en la linea apuntada por el Redactor Jefe de la Verdad (véase la entrada Sobre «Unas reglas que guillotinan el Trasvase»), lo único que conseguirán es incrementar la irregularidad de los trasvases, consiguiendo que se esté más tiempo en el nivel 4 de las reglas de explotación.
Para terminar, una reflexión sobre la extensión y significancia que tiene el apartado de la agricultura en el informe. Se le dedican tres líneas en la página de la editorial (reproducida casi completamente en el inicio de esta entrada) y menos de una página en el resto del informe. Sin embargo, se defiende desde el lobby trasvasista que el trasvase Tajo-Segura es clave e indispensable para mantener la economía murciana.
Como aclaración del sentido de lo expresado en el informe, se reproduce a continuación el primer párrafo de la noticia Los empresarios reclaman «clarificar y revisar» el Memorándum del Trasvase, publicada en La Verdad el 25/5/2016: