Del mix energético al mix del agua

Cuando se trata de la energía se habla del «mix energético», combinación de distintas fuentes generadoras de energía para cubrir el suministro. ¿La idea la podríamos transferir al campo del agua?

Como se expone en el spot de Ad_ministra «Crítica ex post a la política de presas de embalse», la política tradicional del agua en nuestro país seguida por las administraciones públicas se ha basado casi exclusivamente en el aprovechamiento de los ríos por medio de la construcción de presas. Ello crea un sistema escasamente diversificado, vulnerable cuando se presenta una situación de escasez, del que tenemos abundantes ejemplos en las últimas décadas. Se da la circunstancia que en las situaciones de sequía, cuando nuestros embalses están exhaustos, se recurre como solución mágica a las aguas subterráneas, para lo que se carece de infraestructuras de captación adecuadas, razón por la que hay que recurrir deprisa y corriendo a «decretos salvadores» y «obras de emergencia». Este tipo de obras se olvidan en cuanto pasa la sequía, con lo que en la siguiente situación de sequía nos volvemos a encontrar en el punto de partida (adanismo). La pregunta es inevitable, ¿no se podría haber planificado con anterioridad el uso de los recursos mal llamados alternativos y sus infraestructuras, pues acaso no se trata también de recursos de agua como los embalses? Igual consideración podría hacerse sobre las desalinizadoras.

Hay sistemas de abastecimiento que ya han transitado por estos derroteros, como son los casos de Barcelona y Madrid (Canal de Isabel II), que cuentan con aprovechamientos de aguas subterráneas, residuales tratadas, conexiones a otros ríos, desalinizadoras (Barcelona), etc., con protocolos de actuaciones en estas situaciones recogidos en manuales de sequía o de abastecimiento (en este último caso bajo la idea de que las situaciones de escasez se combaten desde la normalidad).

Frente al anunciado cambio climático y la disminución de los recursos de agua, la respuesta de las administraciones públicas consiste en propugnar la construcción de más presas y pantanos con el argumento de «tener huchas más grandes». Pero la evidencia pone de manifiesto que de nada sirve tener huchas más grandes si los ingresos disminuyen. Hay que tomar otros caminos.

Se trataría de diversificar las fuentes de procedencia de los recursos que atienden los sistemas de abastecimiento. Sin ánimo de exhaustuividad se puede citar: conexiones entre sistemas o con embalses existentes con poco uso o infrautilizados; campos de pozos para aprovechamiento de aguas subterráneas (rompiendo de una vez la tradicional hidroesquizofrenia administrativa); desalinizadoras en las costas e islas; reutilización de las aguas residuales tratadas para riego de productos agrícolas (excepto los de consumo directo); cesión temporal o permanente de derechos concesionales desde la agricultura o desde la generación de energía hacia el abastecimiento; compra directa de concesiones; usos de los instrumentos de gestión de riesgos de contratos de opciones y futuros; medidas de ahorro (agua negativa); reciclaje industrial;…En definitiva, se trataría de diversificar el «mix del agua», con incorporación de medidas de ahorro, eliminación de usos, aplicación de instrumentos financieros, etc., saliendo del «monopolio intelectual» de las grandes presas y grandes trasvases (todo grande).

Con ello, al contar con sistemas de suministro de mayor robustez y resiliencia, se elevaría su garantía frente a situaciones de sequía, escasez u otras contingencias, y se contaría con mayores posibilidades de dedicar una parte importante de los recursos hídricos (en condiciones normales) a su circulación por los ríos en forma de caudales ecológicos, ambientales, de mantenimiento de ríos y de ecosistemas o como quiera llamárselos.

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Un comentario sobre “Del mix energético al mix del agua”

  1. En el Segura con 0 l/s vertidos al mar en 2017, ya se hace ese mix. Otro tema que se aprecia es una demanda que desborda al recurso y que nadie quiere poner coto o pagar por ella.

    Ejemplo. La desaladora de Carboneras, funcionando al 20% de su caudal de diseño. Falta agua o falta dinero para pagarla

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