Propósito
De pronto caemos en la cuenta de que llevamos una larga temporada en la que no se habla del tan cacareado modelo de colaboración público-privada (CPP) para la construcción y explotación de obras públicas (perdón, de infraestructuras, que resulta más moderno).
Sospechamos que algo se escondería bajo las siglas CPP, pues ─como es sabido─ las palabras sirven para comunicarnos, pero también para esconder cosas sencillas. Y decidimos llevar a cabo una reflexión sobre el asunto.