Las mentiras del trasvase Tajo-Segura y el Círculo por el Agua
El último grito acuático de nuestro malhadado Sureste ha sido la creación del denominado «Círculo por el Agua», agrupación de regantes, productores agrarios, universidades, organismos oficiales y … políticos interesados en «llevar el agua a su molino» (vid «Círculo vicioso del agua»). Su iniciativa se debe al inevitable Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS), auténtico lobby hídrico/económico/político con centro del círculo en Murcia y circunferencia en Alicante y Almería. Aparte de que su denominación recuerde a los círculos podemitas, ¿cuál es el propósito del Círculo? Pasemos revista a «lo que se cuece» dentro del círculo vicioso, pues se trata, simplemente, de inflar el perro de los intereses económicos de unos cuantos magnates, con el fin de convertir un problema local en otro nacional que pide/exige la solidaridad de los demás … para sus bolsillos.
La verdadera importancia del problema del agua en el Sureste se recoge en diversas entradas de Acuademia.com (por ejemplo, «Las verdaderas mentiras del trasvase Tajo-Segura»), en las que se expone la cuestión con más detalle. Las principales cifras del problema del agua en el Sureste son las siguientes:
Uno. El trasvase Tajo-Segura se proyectó para transferir 1000 hectómetros cúbicos al año (hm³/año) desde la cabecera del Tajo a la cuenca del Segura. Antes de concluir el acueducto se vio que no había recursos bastantes en la cabecera del Tajo, y la cifra máxima trasvasable se rebajó por ley a 600 hm³/año. Desde 1980 que comenzaron las transferencias (36 años), la cifra real de volúmenes trasferidos han sido de 300 hm³/año puestos en el Segura (200 para riegos y 100 para abastecimientos). Es decir, un 30% de los proyectados. Pero de este fiasco no se habla. Conclusión: en cuanto a volúmenes de agua trasvasables desde la cabecera del Tajo, menos de la tercera parte de lo proyectado.
Dos. La tarifa del agua que pagan los riegos es del orden de 0,10 €/m³, cantidad que incluye gastos de operación (varias elevaciones; la principal, Bolarque-La Bujeda de 300 m). mantenimiento del acueducto y amortización de las inversiones de las obras del trasvase y del postrasvase. Aun en el supuesto de que la totalidad de la tarifa se dedicase a la amortización de las inversiones, solo se amortizaría un 30% del total al final de la vida útil de acueducto. Es decir, al lobby del agua se le ha regalado, de entrada, más del 70% de la inversión. Por otra parte, al ser la tarifa para abastecimiento el doble que para riegos, 0,20 €/m³, los gastos se dividen por igual entre regantes y ciudadanos, produciéndose una transferencia de rentas desde los ciudadanos de la región a los regantes. Todo ello sin contar las exenciones de los gastos de operación y mantenimiento (¿por qué?) en los numerosos años de exención de pago por sequías reales o provocadas. Conclusión: en cuanto al pago de inversiones y gastos del Trasvase, menos de la tercera parte. Más abajo afinaremos estas cifras, rebajándolas aún más.
Tres. La cifra de las hectáreas realmente regadas con aguas del Trasvase constituye un misterio dentro de un enigma, ya que oscila según «les coja el cuerpo» a los del SCRATS entre 100 000 y 175 000 ha. Pero resulta que con 200 hm³/año, y con una dotación de tan sólo 5 000 m³/ha y año para dos cosechas anuales, se pueden regar como límite máximo unas 40 000 ha. Lo demás es literatura. Conclusión: la superficie regada con aguas del Trasvase es del 20‑40% de lo que se proclama.
Cuatro. Puestos de trabajo. También se habla alegremente de 100 000 ó 120 000 puestos de trabajo según la euforia del expositor. En Murcia trabajan en todo el sector primario (secano, regadío, silvicultura, pesca) 57 600 personas. Llevando a cabo repartos proporcionales resulta que, en la deletérea región del trasvase, el límite máximo de puestos de trabajo ascenderá a lo sumo a unos 40 000 trabajadores. Conclusión: los puestos de trabajo creados por el agua del Trasvase son el 30‑40% de los que dicen los primates del sindicato. Otra cosa serán los empleos inducidos, indirectos o parciales que se les quiera ir añadiendo a estas cifras para engordarlas a voluntad.
Cinco. La calidad de los puetos de trabajo generados por el Trasvase. La mayor parte de los puestos de trabajo son de salarios bajos, estacionales y precarios. Según las estadísticas del INE, el salario percibido en el campo es la tercera parte de la media del resto de los sectores. Es decir, son empleos de subsistencia básica, con alto coste social y escasa aportación a la economía y al consumo. Además, con un alto riesgo de subempleo o economía sumergida.
Seis. Valor de la producción. En el informe «Impacto económico del trasvase Tajo-Segura» de Price‑Waterhose‑Cooper, pagado por el SCRATS, retorciendo datos se presenta una cifra de 1286 millones de euros al año como el valor de la producción agrícola en la zona del Trasvase. Admitiendo dicha cifra, la productividad media resultante para el m³ de agua del Trasvase resulta ser 1286 millones de euros divididos entre 200 hm³, unos 6,4 €/m³. Esta cifra viene a coincidir con la valoración de los interesados acerca de los daños de la falta de agua en periodos de sequía, pero difiere notablemente de la propensión al pago. ¿A qué vienen, en consecuencia, tantas lamentaciones por los 0,30‑0,50 €/m³ que viene a costar el agua desalada? Conclusión: el coste del m³ de agua desalada (factor crítico para la producción agrícola del Sureste) es inferior al 8% del valor de lo producido. El agua del Trasvase es prácticamente regalada; de ahí su apetencia.
Siete. Se airea de forma repetida que los regantes del Trasvase han pagado «en compensación» por llevarse el agua del Tajo un total de 400 millones de euros (se supone que en euros actualizados). Se trata de una mentira mil veces repetida, al más puro estilo goebbelsiano. La realidad es que ese pago corresponde a la amortización de las inversiones realizadas por el Estado. ¿O acaso creen que todos los españoles les han financiado el acueducto y las obras del postrasvase gratis et amore? Aunque sólo les carguen menos del 30%. El Estado es el que ha cedido la recaudación a las comunidades de la cuenca del Tajo; no los regantes beneficiados por el Trasvase. Pero esto no interesa explicarlo. Vayamos a las cifras. En primer lugar, como el Trasvase viene funcionando 36 años, la cifra anterior equivale a uno 11 millones de euros anuales. Si dividimos los 11 millones de euros entre 200 hm³/año, resultan 5,5 céntimos de euros por m³. Esa es la enorme cantidad con que amortizan el Trasvase y que generosamente devuelven al Estado por la construcción de las infraestructuras del Trasvase y postrasvase. Esa cantidad de los 11 millones de euros anuales, las reparte el Estado en proporción de 4/9, 3/9 y 2/9 entre las comunidades de Castilla‑La Mancha, Extremadura y Madrid. Tomando la mayor (y la más implicada), Castilla‑la Mancha, resulta que la «compensación» anual asciende a la cifra de menos de 5 millones de euros anuales. ¡Tanto airear el pago que realizan los regantes para llegar a una cifra tan baja! Conclusión: de los 10 céntimos/m³ que pagan los regantes, 5,5 céntimos es lo que se dedica a la amortización de las obras del Trasvase y postrasvase, es decir, el 8 por mil del valor de lo producido por m³. En cuanto a la comunidad de Madrid, el «pago» asciende a 2,4 millones de euros anuales. ¿Creen que Madrid renuncia a las aguas de la cabecera del Tajo, que podrían abastecer a dicha comunidad por gravedad, por esa cantidad? (vid «Las trece subvenciones encubiertas del Trasvase Tajo-Segura y un epílogo imposible» o «El trasvase Tajo-Segura y el abastecimiento de Madrid, ¿un conflicto latente?»).
Ocho. ¿Cuáles podrían ser las soluciones del problema? Desde luego, en ningún caso, el salto hacia el precipicio de delante por muchos círculos viciosos que se dibujen en el aire y por mucho clamor por la solidaridad de los demás con los bolsillos de unos cuantos. Los clamores de más trasvases, sean del Tajo en la frontera de Portugal, del Duero, del Miño, o de donde sea, están fuera de tiempo desde hace décadas. Del Ebro ya ni se habla, ante la fuerte oposición de aragoneses y catalanes. El valor de mercado para la adquisición de las 40 000 hectáreas de regadío con las aguas del Trasvase se cifra en 1600 millones de euros. Esta es la dimensión económica del problema de cara a una expropiación. Los trabajadores se podrían acomodar en el sector turístico y en trabajos medioambientales (p.ej. recuperación del Mar Menor y sus riberas). La agroindustria se abastecería de productos de otras regiones o países, como se ha venido haciendo desde las vegas del Guadiana. Claro está que existe la solución de recurrir a la desalación. Se trata de una inversión del Estado (una más en la región) con fondos europeos a la que se le ha hecho la guerra primero, despreciado después y, ahora, se considera indispensable siempre que el agua sea barata. En el caso de que el coste del m³ de agua desalada fuese de 0,5 euros, ello sólo viene a representar menos del 8% del valor de la producción. Estas alternativas, o una combinación de las mismas, junto con la implantación de un banco de agua controlado por la administración del agua de la cuenca, constituyen las líneas de trabajo de las que no se quiere hablar ni por los grandes beneficiarios ni por la intelligentsia regional del agua. Conclusión: la constitución del Círculo por el Agua tiene el propósito de ir por otra línea: agua cuasi gratis para todos los regantes de su sindicato pagada por todos los españoles.
Abraham Lincoln decía. «Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo».