La «manifestación pacífica» del regadío murciano

Para el 5/4/2017 se convocó una manifestación en Murcia con el lema «Protejamos el Mar Menor. Defendamos la Agricultura. Gobierno ¡soluciones ya!». Con esta protesta los regantes del Campo de Cartagena se visten de víctimas de una situación que en gran medida han creado ellos. Como se ha comentado en entradas anteriores de Acuademia, el problema del Mar Menor no está única y exclusivamente causado por el regadío, pero sí que es la causa más importante. Por supuesto, este daño no es intencionado, sino que es una consecuencia de la alta contaminación del acuífero causada por la agricultura, con concentraciones muy elevadas de nutrientes. Además de la descarga por causas naturales del acuífero al mar menor, estos nutrientes se han incorporado de manera masiva por medio de los rechazos de las desalobradoras de los regantes.

Constatado el estado lamentable del Mar Menor, la Confederación Hidrográfica del Segura se vio obligada a condenar los vertidos de los rechazos de las plantas desalobradoras (muy cargados de nutrientes), lo que en la práctica imposibilita a los regantes la captación del agua del acuífero. Sin embargo, los regantes lejos de asumir su responsabilidad se hacen los indignados porque se les señale como culpables de la situación. Para mejorar su imagen organizan una campaña ─manifestación incluida─ en las que intentan engañar con el mismo libreto con el que reclaman más trasvases, echando la culpa al Estado por no hacerles más obras. Obras que exigen que se hagan con urgencia.

Con gran cinismo, se pretende identificar el problema del Mar Menor con el del regadío del Campo de Cartagena, intentando ocultar que la gestión insostenible del acuífero por el regadío (tanto por el aporte de nutrientes como por la extracción masiva) es la causa principal del mal estado del Mar Menor. Cierto es que la Administración ha estado años mirando para otro lado, pero eso no implica que deba seguir haciéndolo. No es cuestión de criminalizar a la agricultura ni al regadío, pero no debe ser admitido que se deteriore gravemente el medioambiente para beneficio de unos pocos. Además de ser una salvajada, con este deterioro continuado han conseguido ventajas competitivas respecto a otros productores que se ven perjudicados.

Aparte de lo ridículo que es el hecho en sí de que los causantes del daño se hagan pasar por ofendidos, hay que destacar el comportamiento nada civilizado de la protesta. Autorizada para una parte de la mañana de un miércoles, se ha extendido hasta las tres de la tarde del jueves siguiente, con tractores y camiones colapsando Murcia. La ciudad de Murcia se ha visto seriamente afectada, como se puede apreciar en la noticia «El Ayuntamiento califica de «injusta e ilegal» la manifestación de los agricultores» (La Verdad, 6/4/2017). Calles cortadas. arterias colapsadas de vehículos, transporte público paralizado, problemas para ir o volver del puesto de trabajo, etc. En los diferentes medios locales murcianos se pueden encontrar fácilmente reseñas que ponen en evidencia el perjuicio causado por la protesta a los ciudadanos de Murcia. No obstante, los regantes pretenden compensar los daños regalando unas pocas frutas y verduras por la calle y una nada sentida petición de disculpas en las que apelan «a la solidaridad de la sociedad» (noticia «Comité de crisis y disculpas de los agricultores a los murcianos» La Opinión de Murcia, 6/4/2017). ¿Habrán sanciones relevantes y ejemplares para los convocantes de la protesta ante el fragante incumplimiento de los términos y horarios?

¿Abrirá Murcia los ojos y se dará cuenta que es rehén de un lobby de regantes o continuará sumida en su particular Síndrome de Estocolmo? Recordemos que un ciudadano murciano paga la factura del agua más cara para subvencionar el agua del riego. Sufre un grave impacto ambiental y paisajístico causado por el regadío, del que el deterioro del Mar Menor es un ejemplo. Pero es bombardeado de continuo con el discurso de trasvases, como si fuesen el bien supremo para Murcia cuando sólo es para beneficio del lobby, mientras sus problemas reales pasan a un segundo o tercer plano.

Los manifestantes que han continuado con los camiones y tractores bloqueando la ciudad se han comportado como auténticos energúmenos. Amenazaron con no irse hasta que el MAPAMA no hablara con ellos … y no han empezado a despejar las calles hasta que no han recibido respuesta afirmativa del MAPAMA. Si no se hubiera tratado de regantes, ¿hubiera sido tan solícita la ministra del MAPAMA o habría argumentado que una Administración Pública no debe ceder ante chantajes? En este sentido, no extraña la actuación de la ministra, pues es coherente con su gestión: el interés del lobby de regantes se antepone al interés general. Aunque por más que hablen y comprometan obras, inversiones y gastos no van a solucionar el problema, ya que ahondarían en la gestión irracional o desarrollo insostenible.

En definitiva, los regantes del Campo de Cartagena se disfrazan de víctimas cuando son los causantes del problema. Convocan una «manifestación pacífica» que se convierte en el secuestro de la ciudad de Murcia durante más de un día. Con el MAPAMA riéndoles las gracias.

image_pdfimage_print
Valorar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.