TVE y la aridez de Entrepeñas por la sequía
Un mensaje de Río Tajo Vivo en las redes sociales el pasado 23 de agosto sobre un reportaje de TVE (se adjunta una captura de Twitter) nos despertó la curiosidad. Gracias al buen servicio de «RTVE a la carta», se puede acceder al reportaje. O mejor dicho a los reportajes, puesto que hay diferencias de edición entre la edición del mediodía y la noche (enlaces al reportaje en el TD1 del 23/8/2017 ─aprox. a partir de 38:33─ y en el TD2 del 23/8/2017 ─aprox. a partir de 37:59─). Verlo posteriormente por Internet, además de poder elegir el momento, nos permite rebobinar a voluntad, por lo que tenemos la posibilidad de que nuestros atónitos ojos puedan volver a ver partes y asegurarse de que lo visto es real.
A continuación se reproducen las transcripciones de los reportajes que figura en la web de RTVE ─en la parte derecha de los vídeos─, en las que se puede apreciar tanto el contenido del reportaje como las diferencias entre las dos ediciones:
Transcripciones de las ediciones del TD1 y TD2 del 23/8/2017 del reportaje dedicado a la sequía
Emitido en el TD1 (aprox. a partir de 38:33)
(Presentadora)
La escasez de lluvias mantiene nuestros embalses en un nivel que preocupa. Muchos están a menos de la mitad de su capacidad.
La situación es especialmente complicada en las cuencas del Segura y el Júcar. Hacía 22 años que no teníamos tan poca disponibilidad de agua.
(Reportaje)
Los vecinos de los municipios ribereños de Entrepeñas y Buendía no recuerdan un verano como éste. Los pantanos de la cabecera del Tajo bajo mínimos, las reservas de agua están solo al 10 % y hay pérdidas todas las semanas. Ésta última de 10 hectómetros cúbicos.
Mientras 30 pueblos de la provincia están siendo abastecidos por cisternas.
La sequía, la bajada de caudales, averías en la red y pueblos que doblan su población en verano son las causas de esta falta de agua.
La Diputación de Guadalajara suministra diariamente con 5 camiones cisterna 150 000 litros de agua a los municipios que lo necesitan.
El embalse de la Cuerda del Pozo, en la cabecera del Duero, nos da una idea del agua que ha perdido España en un año. El verano pasado estaba al 72 %, ahora no llega al 35.
Este es el mapa de las cuencas hidrográficas que tienen menos de la mitad de su capacidad. Los agricultores lo sufren especialmente.
Esto en 5 o 6 días todo se pierde.
Lo llaman el Mar de Castilla, quizá deberíamos decir lo llamaban. Es el Embalse de Entrepeñas en la cabecera del Tajo. Está a solo un 10 %, frente al 25 del verano pasado.
-Nunca, nunca, lo peor es que las esperanzas de volverlo a ver no cómo estaba, sino un poco más curioso de lo que está ahora se van perdiendo.
30 pueblos de Guadalajara reciben agua con camiones cisterna.
La percepción general es que irá a peor y reclaman una nueva política del agua en España que revise, por ejemplo, el trasvase Tajo-Segura.
-El trasvase es algo que se hizo hace muchos años en una situación climática bastante diferente de la que hay ahora y bastante diferente a la que es previsible que haya en un futuro.
Las cuencas del Segura, al 18 %, y la del Júcar,
al 29, son las más bajas. No había tan poca disponibilidad de agua en el país desde 1995Emitido en el TD2 (aprox. a partir de 37:59)
(Presentadora)
La escasez de lluvias ha provocado que, en un año, España haya perdido tanta agua como la que dispone la cuenca del Ebro o la del Guadalquivir.
La situación es cada vez más complicada en cuencas como la del Segura o la del Júcar que sufren la mayor sequía de nuestro país.
(Reportaje)
Donde antes estaban amarradas embarcaciones, ahora son extensiones de pasto para el ganado. Esta es la imagen que ofrecen los pantanos de la cabecera del Tajo Entrepeñas y Buendía, que hoy se encuentran algo más del 10 % de su capacidad después de haber perdido en esta última semana casi 10 hectómetros cúbicos.
Los vecinos de los municipios ribereños dicen que no recuerdan un verano como este con unos niveles tan bajos en los embalses y con casi 30 pueblos abastecidos por cisternas.
La Diputación de Guadalajara suministra con 5 camiones cisterna 150 000 litros de agua diarios a estos municipios.
Hay zonas del embalse de Entrepeñas, en la cabecera del Tajo, en las que hay que imaginar que ahí hace unos meses había agua. Hacía mucho tiempo que el nivel no había bajado tanto está ahora tan solo a un 10 por ciento de su capacidad.
Estas imágenes nos ayudan a apreciar las diferencias entre este verano y el del año pasado.
En términos generales, los embalses en nuestro país tienen de media un 44 % de su capacidad mientras que el año pasado superaban el 59 %.
Los fenómenos de sequía previsiblemente se repetirán y las olas de calor se repetirán y hay que darle una solución porque sino va a estar la cosa muy mal. Es el mapa de las cuencas hidrográficas que tienen menos de la mitad de su capacidad.
La escasez obliga a muchos pueblos de España a recurrir a camiones cisterna o a cortes de agua.
Solo en Guadalajara, 30 pueblos reciben el suministro gracias a estos vehículos.
“Hay falta de agua, la cortan por la noche y toda la noche sin agua”.
“Tenemos que comprar agua o ir allí a un chorrillo que hay allí arriba en la carretera”
Las cuencas del Segura, al 18 por ciento, y la del Júcar, al 29, son las más bajas de España. No había tan poca disponibilidad de agua en el país, desde 1995.
En las dos ediciones, los reportajes se ubican a continuación de otro que trata sobre el mucho calor que hace por toda España en agosto. Previamente, las desoladoras noticias de los incendios forestales ocupan gran parte del tiempo de los informativos. En ambas ediciones, la presentadora del informativo inicia la introducción del reportaje con «La escasez de lluvias …». Se refuerza la idea de que la situación de los embalses es consecuencia de desastres naturales, dejando al margen la gestión.
El hilo conductor es la sequía. Pero los datos que se dan se refieren a niveles de llenado de los embalses, que además de la abundancia o escasez de aportaciones recientes, están condicionados por sus características y la gestión realizadas de los mismos. Un embalse pequeño, de regulación anual, es más sensible a los periodos de sequía y un nivel bajo del mismo sí que pueda estar justificado por un año de aportaciones escasas. Sin embargo, en el reportaje se elige el embalse de Entrepeñas, que tiene regulación hiperanual. Su nivel actual no está justificado por un año seco, especialmente cuando las aportaciones registradas en los cuatro años anteriores entran en el rango de la normalidad (véase la entrada «Trasvase Tajo-Segura: ¿atroz sequía o atroz gestión?»). Si lo que se pretende es ilustrar sobre los estragos de la sequía, la elección del embalse de Entrepeñas es poco afortunada, en el supuesto de que se quisiera hacer una información rigurosa. Mostrar el estado de Entrepeñas como ejemplo de sequía, sin considerar todos sus condicionantes, es o bien un error o bien un interés en abordar la situación con una perspectiva muy sesgada.
Se inician los reportajes con un plano de la reportera micrófono en mano en la margen izquierda del embalse de Entrepeñas, cerca de la presa. En la edición del mediodía de fondo aparece parte del vaso del embalse, mientras que en la edición de la noche se muestra la presa al fondo, con distinta locución. Se deduce que para la realización del reportaje se ha desplazado un equipo; al menos la reportera con un cámara.
Inmediatamente tras la introducción, el reportaje nos sorprende con un primer plano del paramento de aguas arriba de la presa de Entrepeñas en el que el nivel del agua está más alto que en la imagen anterior. Descartada la opción de una subida repentina mientras se filmaba, queda la explicación de utilización de imágenes de archivo. Así, a pesar de haber desplazado una cámara a la zona, el equipo de edición prefirió utilizar imágenes de años anteriores con un nivel de llenado mayor. Aunque también muestra un estado lamentable e incompatible con el desarrollo económico de los municipios ribereños, no es tan patético como está en la actualidad. Este cambio se hace más evidente en los segundos siguientes, en los que se cambia a una imagen del embalse de Entrepeñas radicalmente diferente a la que se ve en el fondo de la introducción. Obsérvese que a pesar de usar imágenes antiguas correspondientes a una situación diferente, se sobrepone el rótulo «los pantanos de Entrepeñas y Buendía están hoy al diez por ciento de su capacidad». Es decir, tras mostrar que se ha ido al embalse con un equipo para informar de la actualidad, se utilizan unas imágenes de archivo que corresponden a otro nivel de llenado (posiblemente, sobre el 25%) mientras se muestra un rótulo indicando que está al 10%.
No obstante, estas diferencias son puestas de manifiesto posteriormente con un par de comparaciones entre las imágenes del verano de 2016 y del 2017. Aunque puestos a comparar, podría haber utilizado una imagen con el embalse más lleno, por ejemplo con imágenes de la primavera del 2011, cuando casi se alcanza el 70% de manera puntual. Incomprensiblemente, el reportaje asume que la situación del verano pasado era buena, sin relacionar en ningún momento que a la situación actual se ha llegado porque el verano pasado se terminó con Entrepeñas al 22% de su capacidad.
Desconocemos en qué condiciones se ha realizado el reportaje. Suponemos que habrán sido complejas en cuanto a la premura de los trabajos de montaje para que estuvieran listos para su emisión y con problemas para encajar todo el material en el tiempo asignado. Además, al tratarse aspectos de otras regiones, habrá requerido un trabajo de coordinación e intercambio de material entre centros regionales. También es posible la existencia de carencias en formación y asesoramiento del equipo redactor sobre las características y peculiaridades de la explotación de los embalses de la cabecera del Tajo. O una falta de tiempo y presupuesto para haber realizado una mejor documentación de base. Es decir, para valorar las causas de los errores del reportaje hay que atender a las circunstancias en la que se hizo.
Es posible que la utilización de imágenes de archivo se deba a un criterio estético del montador, que las viera de mejor calidad que las tomadas en el día y valorara más el aspecto estético del reportaje que su rigor. Que en el texto original del mismo hubiera frases interesantes que se perdieron en el montaje final. Que tuviera un encargo de mostrar lo mala que era la sequía y se puso a juntar cosas que tenía a mano sin mucho sentido. Que, a pesar de los 40 km de largo que tiene el embalse de Entrepeñas, las imágenes se centren en las cercanías de la presa, casualmente donde hay más agua, sea debido a la comodidad de acceso y cercanía. O que la falta de relación entre la situación de Entrepeñas y Buendía con la gestión del trasvase Tajo-Segura sea debida al desconocimiento y no al seguimiento de «la línea editorial de la cadena». Es significativo que lo poco que trata del trasvase Tajo-Segura, sólo en la edición del mediodía, es para mostrarlo como víctima del cambio climático y de la situación de los embalses del Tajo, ignorando que el Trasvase es la gran presión que causa que los embalses de Entrepeñas y Buendía se encuentren en niveles bajos.
Con independencia de estos posibles eximentes de culpabilidad por parte del editor, el reportaje es muy confuso. A pesar de su corta duración mezcla conceptos, salta de una cuenca a otra y se mueve de un momento a otro en el tiempo, no siempre avisando. Es imposible que el espectador pueda formarse una imagen propia y fiel de la situación a través del mismo. Omite la causa principal del bajo nivel en Entrepeñas y Buendía: la sobreexplotación derivada de la gestión irracional del trasvase Tajo-Segura. Menciona que en una parte del embalse de Entrepeñas «hace unos meses había agua», cuando su problema real es que gran parte de superficie ─y la de Buendía─ lleva años seca. Habla de los municipios ribereños, incluso con testimonios, pero no menciona las consecuencias que tiene para su desarrollo económico que los embalses estén bajos. Incide en que la última semana han bajado los embalses de Entrepeñas y Buendía 10 hm³, asociándolo a la situación actual, cuando en agosto es normal y previsible que estos embalses bajen en esas cantidades, siendo la causa del bajo nivel la gestión realizada en años anteriores. Etc.
¿Manipulación intencionada? Desconocemos si detrás de estas omisiones y carencias del reportaje hay una directriz superior o han sido meras casualidades o fallos confluentes. Aunque la ausencia de menciones a la afección que causa el trasvase Tajo-Segura a la cuenca del Tajo sí parece ser una «línea editorial» alineada con la actuación del MAPAMA. El resultado es que el espectador desprevenido que haya sido capaz de seguir el hilo del reportaje se habrá formado una idea distorsionada del problema, achacando a la sequía el estado de Entrepeñas e ignorando las causas reales.
Pero, aunque sea más doloroso al tratarse de la televisión pública nacional, no es un caso aislado. Como indicamos en la entrada «De la sequía y el estado de Entrepeñas y Buendía», al afrontar la sequía en los medios de comunicación predomina la adopción de tratamientos sensibleros y superficiales, en los que se rehuye entrar en las causas y en la influencia que tiene la gestión realizada en el estado actual. Otro ejemplo está en el reportaje emitido en «A3 Noticias 1» el 23/8/2017 de Antena 3 (a partir de aprox. 26:40), también denunciada por Río Tajo Vivo, en el que se indica que los restos de Los Baños de La Isabela emergen del embalse de Buendía como consecuencia de la sequía, sin mencionar en ningún caso la sobreexplotación del recurso causada por el trasvase Tajo-Segura.
Esta forma de obrar de los medios de comunicación es acorde al desinterés generalizado en la sociedad por entender los problemas de la gestión del agua. Quizá hastiada por la identificación de la política del agua con los caprichos e intereses de los partidos políticos. Así se explica que la mayor parte de la información relacionada con el agua se limite a reproducir comunicados y notas de prensa, sin espíritu crítico. Y la sequía, como elemento externo de origen natural, es el chivo expiatorio idóneo para cargarle con el muerto y evitar indagar sobre la mala gestión; así ha sido, así es, y así parece que seguirá siendo.