Lamento tener que corregir a Trasiego. No resulta difícil colegir que detrás de ese nombre se pueda esconder un joven profesor de hidrogeología que domina su materia. Pero ello no justifica su crítica acerba a una profesora de Análisis Geográfico Regional de la UMU que, ciertamente, en materia de aguas subterráneas anda un poco pez. Pero hay que guardar las formas y no pasarse varias estaciones de villas y ciudades en una crítica «cañera». Trasiego escribe con gracia y soltura y le da por obsequiarnos con latinajos perfectamente evitables, pero se deja llevar en ocasiones por la borrachera de su pluma o de su ordenador.