La precaria situación del Tajo en su cuenca alta
«La cuenca del Tajo está caracterizada por un alto peso relativo de las demandas de abastecimiento, que condiciona la planificación y gestión de la cuenca, en especial en el denominado Sistema Integrado de la Cuenca Alta, que comprende la parte de la cuenca aguas arriba del embalse de Azután».
(De la pág. 35 de la Memoria del Plan hidrológico de la parte española de la Demarcación Hidrográfica del Tajo 2016-2021)
Irónicamente, cuando en enero de 2018 ha entrado en vigor definitivamente la reserva mínima de 400 hm³ de nivel embalsado en Entrepñas y Buendía, bajo el cual no se podrán realizar trasvases «en ningún caso», se ha registrado el nivel más bajo de embalse en Entrepeñas y Buendía en el mes de enero desde su puesta en funcionamiento en 1958. Lo que durante la éxtasis del Memorándum se nos vendía desde las administraciones públicas como la garantía definitiva para el Tajo se ha comprobado que cuando ha entrado definitivamente en vigor se está en una situación de mayor precariedad. Y menos mal que se ha subido, aunque sea a plazos, este nivel mínimo, porque sino las reservas serían del orden de la mitad de las actuales (véase «Del trasvase Tajo-Segura y sus miserias: irrelevancia del maquillaje frente a la sobrexplotación»).
Ni siquiera se está ahora mismo en condiciones de garantizar los usos consuntivos del Tajo que se indican en el documento «El sistema de cabecera del Tajo y el Trasvase Tajo-Segura» (Francisco Cabezas, diciembre de 2013), justificación técnica de la tropelía del memorándum. Se está a expensas de sí se produce una cierta recuperación de aquí a final de primavera. A pesar de que se lleven varios años decretándose decretos de sequía por la situación de la cabecera del Tajo, ninguna de las medidas adoptadas han ido encaminadas a compensar la situación del Tajo; todas han ido encaminadas a agradar al lobby de regantes del Trasvase. Es más, mientras se han dispuesto de créditos extraordinarios para estas compensaciones, se han retrasado las obras del abastecimiento a los municipios ribereños de Entrepeñas y Buendía, que además se han visto afectados por la pésima situación en los embalses.
Como se indica en la entrada «Otro ejemplo de los engaños del MAPAMA con el Trasvase y la sequía» esta situación era previsible y estaba prevista. Se repetirá con asiduidad si se continúa con la mala gestión que se está realizando. Pero los males del Tajo y la repercusión del trasvase Tajo-Segura no acaban aquí. La situación actual es más que preocupante, como se puede apreciar en los indicadores de sequía actualmente vigentes. Para ello, observemos las gráficas de los indicadores de sequía de septiembre de 2017 y enero de 2018, publicados en la web de la Confederación Hidrográfica del Tajo, en los 7 sistemas incluidos aguas arriba de Azután (salvo el del Tajo medio, que no tiene definido indicador propio):
Como se puede apreciar en los mapas de estado de los indicadores (primera fila de la figura), de septiembre a enero han aumentado las «manchas rojas» (emergencia) en los sistemas de la cuenca alta (parte derecha). Parece una situación mala, pero la realidad es que es peor de lo que nos puede hacer creer esta primera apariencia. El sistema Tajo medio, que aparece en verde, no tiene indicador definido; realmente no tiene definido estado, por lo que debería aparecer en blanco en las figuras. Por su naturaleza, se trata de un sistema que apenas cuenta con recursos propios, pero que recoge las escorrentías de los otros siete sistemas; si los sistemas ubicados aguas arriba están mal, el Tajo medio también estará mal. Como se aclaró en la entrada “Adenda, como aclaración para @chtajo, a la entrada «Otro ejemplo de los engaños del MAPAMA con el Trasvase y la sequía»“, en los últimos años han sido necesarios desembalses adicionales desde cabecera para poder atender los usos del Tajo medio y que formalmente la Confederación Hidrográfica del Tajo mantenga que se cumple el caudal mínimo en Talavera de la Reina.
Pero los otros dos sistemas que aparecen en verde son los más preocupantes, pues se refieren a los abastecimientos de Madrid y Toledo. En el caso de Toledo (última fila de la figura), el sistema ha pasado de prealerta en septiembre a normalidad en enero, pero no como consecuencia de una mejora en las reservas embalsadas, sino porque la curva que define la situación de prealerta tiene valores menores. Como se puede apreciar en las gráficas, la tendencia del abastecimiento de Toledo es claramente descendente. No obstante, la ciudad de Toledo puede atenderse también con recursos del Alberche y cabecera, destinándose lo almacenado en los embalses de Torcón (I y II) y Guajaraz a abastecer a núcleos de los montes de Toledo. Pero el Alberche y cabecera se encuentran en emergencia.
El abastecimiento de Madrid también se encuentra en normalidad, pero los recursos almacenados en sus embalses se encuentran actualmente sobre 50% de su capacidad, momento en el que empieza a cundir el nerviosismo. Si la situación no mejora en los próximos meses y se sitúan por debajo del 40%, aunque no se alcance la situación de prealerta, se entrará en un «estado psicológico de pánico». Máxime si las fuentes vecinas (Alberche, Sorbe y cabecera), de las que dispone de infraestructuras de captación, también están secas, en situación de emergencia.
El presidente de la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), Juan Carlos de Cea, ha barajado hoy en Cáceres la posibilidad de que sea necesario llevar a cabo alguna restricción al regadío en el tramo medio-alto del río Tajo por la falta de recursos.
(Texto copiado de la noticia «La CHT estudia restringir el regadío en el tramo medio-alto del Tajo»; hoy.es, 24/1/2018)
Por tanto, la situación es muy preocupante. Al punto que en prensa se recogen declaraciones del presidente de la Confederación Hidrográfica del Tajo reconociendo que están planteando la posibilidad de hacer restricciones al regadío del Tajo. Unas restricciones que se aplicarían en unos sistemas susceptibles de ser atendidos con usos de Entrepeñas y Buendía, y que conforme al principio de prioridad de la cuenca cedente, tendrían que ser atendidos sin restricción ninguna. Así, sólo el mero hecho de plantearlo, es un reconocimiento implícito de que la gestión del trasvase Tajo-Segura está siendo perjudicial para la cuenca del Tajo.
Es cierto que la situación actual es de sequía, pero también que no estábamos adecuadamente preparados para afrontarla. Para entender mejor el problema, fijémonos en las capacidades de almacenamiento de los sistemas de sequía ubicados aguas arriba de Azután, copiados de los informes «Gráficos de la evolución de los indicadores de sequía» publicados por la Confederación Hidrográfica del Tajo en su página web (salvo Tajo medio, que no tiene indicador):
Como se aprecia en la figura, la capacidad de almacenamiento es muy dispar en cada sistema. Cabecera destaca por encima de todos (embalses de Entrepeñas y Buendía), con más del 60% de la capacidad total. Una capacidad muy alta, superior a la necesaria para atender los usos propios del sistema, que la hacen idónea para establecer una reserva estratégica que permitiera afrontar periodos de sequía como el actual, además de facilitar y posibilitar el uso recreativo y turístico de los municipios ribereños de sus embalses; pero se encuentran llenos de aire, no de agua. Si tuvieran ahora 1000 hm³ embalsados (aproximadamente, el 40% de su capacidad), los abastecimientos de Madrid, Toledo y Guadalajara se afrontarían con mayor tranquilidad. Pero apenas hay unos 237 hm³, menos del 10% del llenado, consecuencia de una gestión de décadas de velar por el interés del lobby trasvasista dejando al margen el interés general.
En varios momentos se planteó dejar un colchón en los embalses de cabecera para garantía de la cuenca. Petición que reiteradamente fue descartada, siendo en la práctica una enajenación de los embalses de Entrepeñas y Buendía, que no se gestionaban conforme a los intereses de la cuenca del Tajo. El último intento fue el borrador del Plan del Tajo de 2011, que fue censurado y sepultado, aplicándose en su lugar el memorándum, que consagra la escisión definitiva de estos embalses de la cuenca, especialmente con las insostenibles reglas de explotación y la aplicación de los desembalses de referencia que limita, a modo de cartilla de racionamiento, los caudales a desembalsar para el Tajo. Por si quedaba alguna duda, la propia Confederación Hidrográfica del Tajo da a entender que no se puede contar con la cabecera del Tajo para atender los usos de la cuenca del Tajo, considerándola como algo aparte de la cuenca (véase «Reconocimiento oficial de que la cabecera del Tajo se ha cercenado de la cuenca del Tajo»).
Estamos a las puertas de una situación catastrófica, en la que el abastecimiento de casi siete millones de personas se encuentra comprometido. Lo triste, es que las únicas alternativas de actuación posibles ahora mismo son las rogativas, practicar la danza de la lluvia o ponernos a llorar. Las sequías se pueden combatir exitosamente si cuando hay abundancia o normalidad se plantea una gestión racional, responsable y sostenible que permita iniciarlas con reservas altas. Pero cuando se abordan con recursos bajos fruto de una sobrexplotación irracional y temeraria, como la situación actual de la cuenca del Tajo, poco se puede hacer salvo racionar la escasez.
Es un grave fallo de gestión y planificación. Sus actuales responsables en el MAPAMA (Directora General del Agua y Subdirector General de Planificación y Uso Sostenible del Agua) firmaron el Memorándum, que evitó que se planteara una gestión distinta y ha llevado a la situación actual. En trío con la ministra, han contribuido a llevarlo a la práctica, con un fracaso estrepitoso. La cuenca del Tajo hecha unos zorros y en peligro inminente (algo que por el momento lo les parece preocupar); ni siquiera plantean declarar la situación de sequía. Mientras, el lobby de regantes continuamente está aumentando su presión, en un estado de eterna insatisfacción en el que las continuas prebendas recibidas les parecen siempre poco e insuficiente. ¿Se darán cuenta en algún momento que la gestión pública ha de ir enfocada a la defensa de los ciudadanos, del interés general, y no de los lobbies?