La noticia «Una burbuja de sobreproducción provoca un desplome de precios de las hortalizas» (La Verdad, 12/4/2018) nos muestra que realmente el trasvase Tajo-Segura no es necesario para garantizar una producción nacional de alimentos. Escrito desde el victimismo murciano, refleja que hay otras regiones españolas capaces y deseosas de producir alimentos, pero que no pueden acceder en circunstancias normales a unos mercados acaparados por los productores del Sureste.
El problema es que esta ventaja de los productores del Sureste no es consecuencia de la libre competencia. La existencia del trasvase Tajo-Segura, fuertemente subvencionado, supone una ventaja sobre el resto de regiones españolas. En estos meses en los que ha estado parado el Trasvase, se ha comprobado como otras regiones españolas han sido capaces de cubrir la producción.
A pesar de sequías y parones del Trasvase hay sobreproducción de alimentos. Se está subvencionando el agua de las desaladoras. Se está sobreexplotando el Tajo causándole severos daños, con la complicidad activa de la Administración. Únicamente para beneficiar a un lobby en perjuicio de otros productores nacionales, de otras regiones. Este lobby es el único que gana. El resto de España, de una manera u otra, pierde.
Así, se da la paradoja de que el trasvase Tajo-Segura es innecesario, es contraproducente … pero es incuestionable por designio ministerial.