Pues resulta que no caben de gozo el Alcalde de Murcia, el presidente de la cosa autonómica y el inmarcesible de la Confederación, según ha llegado a nuestros oídos lo que se comenzó a cocer en el Ayuntamiento. Se trata, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, digo que el Segura pasa por Murcia, y al hilo de la Directiva Europea de Inundaciones, aunque sea torturándola para hacerle confesar lo que nos convenga, sacar el proyecto gallardoniano Madrid Río de la capital y «trasponerlo» enterito a la tierra de la Arreixaca.
Qué de viajes a la capital de los tres entes en unión, dejándose caer por medio de «lianas» ─como si de la selva tarzana se tratase─ en los despachos (covachuelas) donde se trajinan los fondos de la dirección general del agua, no sólo para que les financien generosamente el proyecto, sino, además, para que se lo redacten.
Los sueños de paseos verdes a lo largo del río cuando atraviesa la capital de la huerta, con arbolicos, pistas para bicis, bancos, entretenimientos infantiles y toda la parafernalia propia de estos casos, lograrán convertir los alrededores del río en algo más para enseñar al mundo entero de lo «ecologistas» que son los regantes del SCRATS y demás autoridades regionales y locales.
Pues resulta ─según nuestro informante─ que los «Hacendados» andan algo mohínos por las putadas que les vienen haciendo los escratinos: que si me llevo el agua de tus embalses y te la repondré cuando quiera, ¡faltaría más, que aquí manda el lobby y a callar y a comer lo que os dejemos! Y claro, algo hay que hacer como que se les da a los «Hacendados». Y de paso, nos sale gratis (como de costumbre) y ganamos votos, que la cosa anda un poco mustia últimamente.
Hace años existía algo olvidado que se venía a llamar algo así como «Real Sitio de Aranjuez». ¿Alguien recuerda por dónde queda eso? ¿Qué se fizo con sus aguas, sus sotos de riberas, sus falúas reales, sus palacios, sus fresas y espárragos de calidad, sus doce calles, sus jardines con concierto de guitarra, su calidad urbanística? ¡Qué escaso valor tienen estas cosas frente a los tomates y lechugas, bien regados y tratados con pesticidas frente a plagas de todos los animales aunque sean racionales, productos que vuelven loca a media Europa!
Porque ha quedado claro que Dios, en su infinita sabiduría, dispuso que el agua del Tajo fuese para Murcia, así como la mayor parte de las inversiones en la cosa del agua. ¡Y no se hable más!
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