«Estamos contentos porque las lluvias han permitido que nos trasvasen agua sin consumir reservas, con lo cual no baja el nivel y vamos estirando el agua. Además, seguimos en alerta por sequía con lo que se mantienen abiertos los pozos y el envío de agua desalada subvencionada»
Declaraciones de José Andújar, vicepresidente del SCRATS, recogidas en «El aumento del caudal del Tajo-Segura garantiza las cosechas del próximo verano en la provincia de Alicante» (La Información, 8/5/2018)
«La ministra Tejerina defiende las medidas contra la sequía en el foro del agua de ‘La Verdad’» (La Verdad, 9/5/2018)
La leve recuperación de la cabecera del Tajo ha permitido que se aprueben trasvases en nivel 2 de las reglas de explotación en el mes de mayo. En paralelo, el MAPAMA sigue autorizando la apertura de pozos de sequía y su plana mayor va corriendo a cumplir con el besamanos al SCRATS. Como presume el flamante consejero murciano del ramo ─tras pocos días en el cargo, ya condecorado con la insignia de oro del SCRATS─, las administraciones trabajan para contentar al SCRATS.
Para el SCRATS «se divisa un horizonte a corto plazo halagüeño para los regadíos» (La Opinión de Murcia, 3/5/2018). Un horizonte en el que lo más probable es que la cabecera del Tajo vuelva a nivel 3, pues en el momento de redacción de estas líneas apenas se supera el umbral que separa el nivel 2 del 3 en el mes de junio y, conforme a los datos del SAIH del Tajo del 9/5/2018, la suma de caudales del río Tajo en Almoguera y del trasvase Tajo-Segura es superior a las entradas ─con tendencia descendente─ en los embalses de cabecera.
Que la cabecera del Tajo esté en nivel 3 de las reglas de explotación, o situación de excepcionalidad hidrológica, apenas genera inquietud en nuestra Administración, preocupa poco al SCRATS. Recordemos que fue la situación por la que en 2014 se empezó a mover el Real Decreto de sequía, que ha sido prorrogado, ampliado y complementado varias veces. Si la cabecera del Tajo está baja, se complementan los recursos con pozos de sequía, agua desalada muy subvencionada y si es posible, con recursos embalsados de la cuenca del Segura.
Las medidas compensatorias de la sequía suponen más coste para el Estado, más sobreexplotación y mayor deterioro ambiental. Se pueden realizar obras por la vía de urgencia, con menos controles y un procedimiento ambiental abreviado. Pero no parece preocupar. Lo importante es que el SCRATS esté feliz, no adaptar la gestión para evitar que se esté en situación de sequía de manera habitual. Parece que las medidas que se adoptan en sequía son un incentivo para buscarla.