Conversaciones de sobremesa entre jubilados.
Primera parte | Segunda parte
─ Lo encuentro a usted muy crítico frente a las ideas de Cabezas. Pero pasemos a otra cosa, que no todo va a ser negativo. ¿No me dirá que no muestra un gran conocimiento de los métodos hidrológicos y de la modelística aplicada a la hidrología?
─ Me parece que toca usted otro bluff, campo en el que también se juega de farol. De lo primero que habla Cabezas en su conferencia de marras es de un tema del que no tiene ni rumores. Se trata del texto de Enrique Becerril, sobre la regulación de ríos. Ignora que don Enrique redactó esa obra cuando durante la guerra civil tuvo que estar recluido en su domicilio, y la única tabla de estadística que disponía en su encierro era de la ley de Goodrich. Resulta que tal ley es infumable y no la utiliza nadie por la dificultad de ajustar sus parámetros. Pues bien, el Centro la adoptó acríticamente.