En el año que va a empezar, 2019, se celebrará el cuadragésimo aniversario del momento sublime, no sólo de nuestra gloriosa política de aguas, sino de la reciente historia patria: la llegada de las aguas del Tajo al Segura por medio del trasvase Tajo-Segura. Una gran obra que muestra la perspicacia y persistencia humana para corregir los errores de la Naturaleza. Una infraestructura vertebradora del territorio. Y podría decirse más, integradora del espíritu solidario de toda una sociedad volcada con tan magno propósito.
Sin embargo, esta Naturaleza, vengativa y rencorosa, observa celosa este gran avance de la humanidad y se ha empeñado en hacerlo fracasar. Así, atreviéndose a contradecir los pronósticos del docto Centro de Estudios Hidrográficos, ha contraatacado enviando menores aportaciones a la cabecera del Tajo. Pero lejos de aceptar la situación con resignación, el prolífico Dr. Sazebac, en su faceta de coordinador y portavoz del Movimiento Urbano para una Gestión del Recurso Eficiente (M.U.G.R.E.), ha presentado un avance de propuestas encaminadas a revertir la situación, basadas en el compromiso y solidaridad ciudadana.
Estas ideas están enfocadas a reducir el consumo de agua de la población, acompañada de la construcción de las «tuberías solidarias» que llevarán este ahorro directamente al Segura, o bien al propio Acueducto Tajo-Segura. La primera idea se basa en una elemental comparación con la gestión de los residuos sólidos. Cuando, civilizadamente, depositamos algo en la papelera, ¿acaso se retira inmediatamente de ésta? No, se queda ahí hasta que periódicamente son vaciadas por el servicio municipal. Al igual que ocurre con la variedad de contenedores de basuras, plásticos, orgánicos, papel y vidrios que se reparten por nuestras ciudades y pueblos. Entonces, ¿por qué realizamos una descarga de la cisterna cada vez que usamos el inodoro? La propuesta consiste en limitar estas descargas a una vez al día, como mucho dos o tres en casos especiales debidamente justificados. Para controlarlo, cada propietario habrá de instalar un contador inteligente con conexión inalámbrica al centro de control, de manera que se detecten inmediatamente incumplimientos de esta normativa.
También reflexiona el Dr. Sazebac sobre el espíritu de los héroes de siglos anteriores, que sólo sentían el contacto del agua en su cuerpo durante las lluvias. Sin embargo en la actualidad, ¿cuánta agua se gasta en duchas? Incluso podría pensarse que su abuso puede dar lugar a un reblandecimiento de la piel y del carácter. Para combatirlo, propone que en las viviendas se eliminen tanto las bañeras como las duchas, con la ventaja de ganar un espacio extra para el almacenamiento. Con grandes sanciones a quienes incumplan este dictamen. Podrían considerarse ciertas excepciones, casos en los que se aplicaría un impuesto por gran lujo. En su lugar, por si alguien tuviera una perentoria necesidad de higiene, la iniciativa privada podría construir túneles de lavado para personas, al ejemplo de los existentes para vehículos, en los que el agua se estaría reciclando una y otra vez. Como se puede ver, además de ser una medida para mejorar la eficiencia en el uso del recurso, se dinamizará la actividad económica.
Otro punto de actuación se refiere a reducir la necesidad de lavar vajillas y cuberterías. Para eso se fija en costumbres perdidas no hace mucho tiempo. Como reflejo del individualismo de la sociedad actual, estamos acostumbrados a comer en platos individuales con cubiertos propios; además, cambiándolos durante la comida. Frente a esto plantea volver a los tiempos en los que la familia, a modo de clan o tribu, se reunía en torno al puchero y comía directamente de él, favoreciéndose de esta manera el diálogo e integración familiar. También cree necesario recuperar los entrañables porrones y botijos, con el consiguiente ahorro de vasos y copas. En este escenario, cada miembro se responsabilizaría de sus propios cubiertos. Pudiendo, los más pulcros, acudir con ellos en la mano a los túneles de lavado de personas antes referidos, para hacer así un aprovechamiento conjunto.
¿Y qué decir de estar contínuamente lavando la ropa? Si lo pensamos bien, en otra época podría tener más puestas sin que supusiera problema alguno. Además del considerable ahorro en el fondo de armario. Por otra parte, ¿por qué no acudir con la ropa puesta y los cubiertos en la mano a los túneles de lavado de personas? Eso sería un aprovechamiento mega-conjunto
Esto es sólo una muestra de las interesantes propuestas de M.U.G.R.E., que además de contribuir a solucionar el problema de la falta de agua barata para los agraciados con el trasvase, traerán una serie de mejoras en la forja del carácter de la población y la oportunidad de nuevas actividades económicas. Con su aplicación, toda la sociedad se impregnaría de las esencias del Trasvase. Un borrador avanzado, que incluye el trazado de las tuberías solidarias para llevar el ahorro del agua al Segura, puede consultarse en este enlace.