Soy consciente, querido lector/a, que estoy en deuda contigo, porque me comprometí hace unos días en seguir con la letanía de «mantras» que hoy nos invaden. Pero a raíz de ciertas noticias que he leído en las páginas web «siamesas» del Ministerio de Agricultura y del Ministerio para la Transición ecológica, y digo tal porque tras cerca de seis meses de desarrollo por separado aún no se ha materializado completamente la división de cuestiones formales, de información, e incluso de personal, entre los respectivos Ministerios; es por ello que me refiero a ambas webs como siamesas pues comparten algunos órganos vitales y están fijadas entre ellas por algún lugar.
¿Y qué es lo que estabas leyendo? te preguntarás; pues me había detenido a ver el «argumentario» justificador de la necesidad de que el Ministerio aborde el «Libro Verde de la Gobernanza del Agua», cuestión ésta que anunció la ministra para la transición ecológica a finales de octubre tras una interpelación en el Congreso de los Diputados del grupo parlamentario de Podemos sobre la gestión pública del agua en los municipios. Y resulta ser que ese «libro verde» será la herramienta que impulse «un gran pacto social por el agua» y, también, «se elabora con el fin de radiografiar la utilización de este recurso frágil y escaso».