¡Albricias! Hay trasvase automático. El cierre del grifo a los regantes del Tajo que comentábamos en «Del cierre de los canales de Aranjuez y el trasvase para abril» ha surtido efecto. Por los pelos, pero la Confederación Hidrográfica del Tajo-Segura ha conseguido su objetivo, salvar la entrada en nivel 3 por este mes de campaña electoral. Así, los responsables del agua pueden permanecer escondidos, alegando que es la aplicación de una Ley, y recurrir a cuatro tópicos mal traídos y peor comprendidos.

Pero la situación de la cabecera del Tajo es preocupante. El propio Centro de Estudios Hidrográficos prevé que se agravará la situación este verano, como se indica en la noticia «El Ministerio autoriza el trasvase de 38 hm3 al Segura durante el mes de abril» (La Verdad, 8/4/2019). Pero eso da igual. lo importante es que se ha conseguido engañar a los indicadores para alterar la gestión, en otra aplicación de la Ley de Goodhart. Otra vez la misma cantinela: mientras se pueda, a saquear el recurso para seguir forzando la situación de sequía, con más prórrogas de decretos de sequía y más compensaciones, subvenciones, etc. 

Ahora que entramos en el mes de vértigo electoral, ¿se atisba un cambio en el panorama? Desengañémonos, lo más grave de la gestión del trasvase Tajo-Segura no es sólo que sea mala, sino que no se quiere tener conciencia de que lo es. Da igual que sea el político A o B. ¿Para qué actuar si lo que cuenta es la imagen?  Lo más que consiguen, cuando termina su mandato es cierto cambio en su discurso, en el sentido que van aprendiendo a pisar menos charcos y a decir sin decir lo que quiere oír el auditorio al que se dirigen. Pero los problemas están igual o peor, más enquistados, con la cabecera del Tajo condenada.