Ya se han pronunciado «los técnicos» de la Comisión Central de Explotación del ATS sobre el trasvase de octubre, como se recoge en la nota de prensa del ministerio de la traición ecológica: «Trasvase Tajo-Segura: se proponen 19,2 hm3 para el mes de octubre». Así, por «prudencia», no se propone el máximo de 20 hm³, sino 19,2 hm³. Esta tontá ¿por qué? Pues porque son muy serios y profesionales. Las decisiones las basan en un método científico que se resume en la siguiente curva sacada del informe técnico de este mes:
Un método de una gran precisión, digno de los inventos del TBO del profesor Franz de Copenhague. A partir de una regla que llaman lineal 1/3, que no se sabe cómo está calculada, determinan científicamente, con gran precisión, el trasvase que tiene que aprobar la excelentísima ministra del «digo una cosa y hago otra». Usamos “tiene” porque así lo dispone ella, que vehementemente exige que le den la solución cocinada. Así puede seguirse escondiendo sin dar la cara ni asumir sus responsabilidades. Su misión se limita a decir palabras bonitas de cara a la galería, no a resolver problemas. Mucho menos del agua.
Volvamos al tema (supuestamente) técnico. En esta curva se entra con un valor en el eje x, que es el de la “disponibilidad trimestral”, calculada a partir del engendro del RD 773/2014. Es decir, a partir de unas restricciones al Tajo y una predicción de las aportaciones basada en las fórmulas del Real Decreto, que es como si se basaran en las cabañuelas. Con toda esta ciencia se montan la siguiente tabla:
No será por números ni por decimales. De esta manera los eruditos se sacan un trasvase casi por el máximo que dejan las reglas de explotación, contentando así a sus «señoritos» del Trasvase. Al fin y al cabo es lo que importa, que estén felices. Eso sí, protestarán por los 0,8 hm³ que les falta para llegar a los 20. Un aviso para los próximos meses de los números de esta tabla: a partir de diciembre se plantea trasvasar lo que haya por encima de 400 hm³, todo el excedente disponible, seguramente conforme a lo que sale de sus reglas mágicas.
La situación del Tajo y de su cabecera no es relevante, menos ahora en tiempo de elecciones. Entre Murcia, Alicante y Almería se reparten 28 diputados; cualquier patinazo en estas semanas con el Trasvase tiene su reflejo. Por la otra parte, en Guadalajara son 3, 6 en Toledo; provincias en las que el debate del agua tiene mucha menos repercusión. Otra cuestión es que entrara Madrid, donde se reparten 37 escaños, pero la falta de sensibilidad de los madrileños con el Tajo es doliente, propia de un expediente X. Ésta es la aritmética que pesa sobre el Tajo. ¿Tendrá algo que ver con el enigmático retraso de la consulta del Esquema de Temas Importantes que iba a estar para el principio del verano, y del que no se tienen noticias? Sí, ese documento que se iba a sacar urgentemente para dar cumplimiento a las sentencias del Tribunal Supremo.
Este rigor del informe se refleja también al tratar la situación de las Tablas de Daimiel. Se constata otro descenso en la superficie encharcada, que apenas es de 89 hectáreas. Se da el dato y ya está. Como nos preguntábamos el mes pasado, ¿qué ocurrirá si se piensa en trasvasar para socorrerlas?