Trasvase o Tajo.
Trasvase o dignidad.
Trasvase o hacer las cosas bien

Está siendo larga e intensa la campaña propagandística del lobby del Trasvase contra los caudales ecológicos del Tajo. Desconocemos lo que se habrán gastado, incluyendo las adhesiones pagadas de profesores, catedráticos universitarios y demás. Pero seguro que ya lo han compensado con las subvenciones del agua desalada. Más lo que venga. Lo que sí está siendo significativo es que, a diferencia de ocasiones anteriores, la Sociedad no les está riendo las gracias. A pesar de todo el ruido que están intentando hacer, sólo consiguen las adhesiones de los propios interesados y las que pueden comprar.

Están en su particular cruzada fanática contra los caudales ecológicos en el Tajo. En los planes anteriores del Tajo consiguieron que no se pusieran, con la complicidad de las Administraciones Públicas. Pero el Tribunal Supremo ha dejado claro que no ponerlos no está bien. Así que han de tragar … siempre y cuando se deje lo que hay ahora. Es decir, poner una etiqueta de caudal ecológico a los 6 metros cúbicos por Aranjuez y punto. Todo lo demás es un ataque al Trasvase Tajo-Segura.



Por el momento han conseguido bastante. Los 10,5 m³/s que se aprobaron el el Esquema de Temas Importantes de 2009, que se mantuvieron en el borrador fantasma de 2011, se han olvidado. Se han rebajado a 7,2 m³/s … en una propuesta que está en trámite. Y que de entrar, lo haría en diferido.

También están consiguiendo que todos los planes continúen su tramitación salvo, por el momento, el Tajo. Además, según se revela en diferentes noticias de prensa, han forzado a que la planificación del Segura asuma su discurso. Y ahí tenemos al presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura plantado delante de los medios para decir que los caudales ecológicos del Tajo hacen pupita a sus protegidos.

Una imagen dantesca, decepcionante, deprimente o como se quiera llamar. Un responsable de la planificación hidrológica, que ha de velar por la buena salud de los ríos, quejándose porque el caudal ecológico del Tajo va a salir caro a sus lechugueros. Preocupante esta falta total de consideración a la cuenca cedente, dando a entender que como no es parte de su negociado le da igual el estado del Tajo. Parece que su deber como funcionario público es preocuparse por los beneficios del lobby y pasar del interés general. Algo que se puede ver también en las descafeinadas medidas para recuperar el Mar Menor en el Plan del Segura y, en general, de buscar mejorar sus masas de agua. Asume sin rubor que no se van a cumplir los objetivos de la Directiva Marco del Agua, pero la energía la enfoca a ir contra el Tajo.

Aunque la cosa no queda aquí. Para completar el cuadro el mismísimo Director General del Agua acudió al Consejo del Agua de la Demarcación del Segura para rendir pleitesía al SCRATS. Se aseguró su voto a favor. ¿A cambio de qué? No está documentado. Pero por lo que publican los medios ha avanzado que va a meter al inevitable Centro de Estudios Hidrográficos (CEH) parar revisar los caudales ecológicos. Casualidades de la vida, veinte años sin que los sabios del CEH se metan a mejorar los caudales ecológicos, pero acuden como el séptimo de caballería al rescate de los poderosos para seguir machacando al Tajo.

Dicen los regantes del Trasvase y nuestras Administraciones Públicas que el poner caudales ecológicos en el Tajo va a suponer una merma en los beneficios del lobby. Puede ser verdad, pues más agua que va por el Tajo en su natural discurrir supone menos agua barata que va a las lechugas del Sureste vía Trasvase. Incluso, con el cinismo que les caracteriza, amenazan con reclamar indemnizaciones. Aunque la realidad es distinta. Los caudales ecológicos del Tajo tendrían que haber estado implantados hace más de diez años. Unos caudales mayores que los que ahora se plantean. El que no hayan estado implantados significa que durante este tiempo el lobby del Trasvase ha estado teniendo unos beneficios inapropiados e ilegítimos, conseguidos a costa de machacar y degradar el río Tajo.

En definitiva, lo que tenemos es un juego sucio de nuestra Administración del agua contra el Tajo. Ni se molestan en disimular. Desconocemos lo que están maquinando para que el caudal ecológico del Tajo no se note. Si se aprobará el plan del Tajo este año, esta legislatura, esta década … o no. En caso de que se apruebe, con qué caudales ecológicos y cuándo entrarían en vigor. Con la falta de transparencia y malas artes que están mostrando no tenemos base para esperar nada bueno. Podrían plantear hacer las cosas bien, dignamente, buscando mejorar la salud del río Tajo. Pero en lugar de hacer eso prefieren prolongar la agonía del Trasvase, con más de 40 años de estrepitoso fracaso que repercute en una mayor degradación tanto del Tajo como del Segura. Eso sí, se preocupan porque los causantes del estropicio puedan seguir sacando beneficios y consiguiendo subvenciones. A pesar de los floridos discursos que nos regalan, esta es la realidad de nuestra Administración del agua.