Sigamos, impenitente lector que aún tienes ganas de seguir estas líneas ondulatorias, con «El desafío americano» de Servan-Screiber de 1967. Sostiene el autor en uno de los últimos capítulos de su libro:
«Desde los tiempos en que la buena administración se identificaba esencialmente con la estabilidad de la moneda, la derecha llevaba ventaja. Ahora, cuando la eficacia de gobierno requiere una adaptación continua al cambio, ¿no siguen estando los triunfos de su parte? (…) Antaño, la izquierda tenía un explosivo entre las manos: la revolución. Ahora, la revolución se ha transformado en opio. (…) Al reclamar lo imposible o lo inútil la izquierda corre el riesgo de dejar de atacar en el sitio donde podría lograr algo. (…) Es difícil sobrevivir largo tiempo en los puestos de mando de un país avanzado sin actuar, y actuar sin aceptar las realidades en un mundo en evolución.»
A finales de los años 60 del pasado siglo, Jean-Jacques Servan-Scheiber publicó «El desafío americano» (1967), libro que entonces encontró una amplia difusión y un encendido debate. Su tesis principal era un aviso del retraso que estaba experimentando Europa Occidental respecto a EEUU, sobre todo en el campo científico-tecnológico y en los métodos de organización empresarial.
El tiempo no ha sido benévolo con esta obra de pensamiento. La realidad se ha alejado velozmente de sus profecías, sobre todo en relación con el desarrollo de las sociedades socialistas y de las técnicas de planificación económica. Pero, no obstante, Servan-Screiber es un notable pensador que no se suele ir de vacío. Merece la pena rescatar algunas de sus ideas, sin necesidad de seguir sus textos rigurosamente, sino haciendo de ellos una relectura libre cuando sea necesario. Veamos.
Ulrich Beck, fallecido en 2015, fue un sociólogo alemán, reconocido como uno de los mayores pensadores de finales del siglo XX. Su firma apareció en muchos de sus artículos recogidos en el diario El País. Hoy me limitaré a traer a esta página unos fragmentos suyos sobre «política», ni más ni menos. Procede de su libro «La democracia y sus enemigos» (Paidós, 2000, páginas 105 y 106), traducción del texto original en alemán de 1995. Los subrayados de abajo son nuestros.
En Alemania y otros Estados de Europa Occidental se está desencadenando una rebelión contra los años ochenta, contra la modernidad. La integridad de una sociedad fuertemente individualizada quiere sustituirse, utilizando la oposición a «lo extranjero», en su interior por una sociedad desigual y, en lo exterior, por una sociedad convertida en fortaleza.