«En estos días siente la humanidad civilizada un temor que hace treinta años, no más, desconocía. Hace treinta años creía estar en un mundo donde el progreso económico era indefinido y sin grandes discontinuidades. Más en estos últimos años el mundo ha cambiado; los jóvenes que comienzan a vivir plenamente ahora viven en un mundo de crisis económica que hace vacilar toda seguridad en este orden ─y quien sabe que modificaciones insospechadas, hasta increíbles, pueden acarrear a la vida humana»
(José Ortega y Gasset; «En torno a Galileo»; 1933)
Introducción. Una visión general.
Utilizamos la anteriores palabras de José Ortega y Gasset procedentes de una conferencia pronunciada en 1933 en el ciclo «En torno a Galileo», como marco para unos comentarios sobre uno de los aspectos cruciales de la crisis actual de la sociedad: el paro de las nuevas generaciones (sin jóvenes, no hay futuro); la falta de perspectivas para las generaciones de jóvenes titulados (las mejor formadas de la historia de España) que, por su capacitación, constituyen las futuras y auténticas élites profesionales; las demandas sociales sobre el medio ambiente; el papel futuro de los profesionales y la formación necesaria. En pocas palabras, ante la alarma que supone la falta de perspectivas de los titulados superiores de nuestra sociedad y la ausencia de respuesta política, ya que los políticos sólo y únicamente parecen andar preocupados por la recuperación de las magnitudes macroeconómicas. Se comienza a describir la situación de los jóvenes como «el hundimiento de una generación».