¿Qué pasa con la Directiva Marco del Agua? Hace tiempo que está fuera del foco, al margen de discursos oficiales e ignorada por la mayoría de los agentes. Su plasmación práctica mediante los planes de gestión de demarcaciones hidrográficas, en España realizada con los supuestamente ambiciosos planes hidrológicos de cuencas, parece haberse reducido a un mero formulismo salvamultas. Algo que poder presentar a la burocracia europea para que parezca que se hace algo sin hacer. Basta echar una ojeada a los fatigosos documentos iniciales del tercer ciclo de planificación que están terminando su discreta información pública para apreciar el escaso interés en coger el toro por los cuernos, y en su lugar distraer con parafernalia pseudocientífica; unos documentos excelentemente planteados para conseguir el innoble objetivo de eliminar cualquier interés por la planificación hidrológica en la ciudadanía.